Livestock Research for Rural Development 13 (4) 2001 | Citation of this paper |
En la finca "100 años de soledad" ubicada en el municipio de Rionegro (Departamento de Antioquia, Colombia) se hizo seguimiento a las actividades diarias y localización espacial de 3 grupos de cerdos compuestos por 3 hembras y 1 macho, alojados al aire libre. Las hembras fueron cruces de Landrace por Pietrán y el macho Duroc. El trabajo se realizó durante 264 horas a lo largo de 3 meses. Las actividades mas frecuentes fueron: echados 59%, comiendo 15%, hozando 11% y pastoreando 8%. La frecuencia de localización espacial de los animales en la zonas de alimentación fue 39%, zona de refugio 24%, zona de bebedero 7% y otras 30%. Durante la investigación se presentó una frecuencia de 1.93 interacciones por hora y se clasificaron en amistosas y agresivas. De estas últimas se tomaron las que reafirmaban el orden jerárquico para construir matrices de dominancia y perdurabilidad del orden jerárquico (índice de lineabilidad de Landaux). Se observó dominancia del macho sobre las hembras y entre ellas dominio de las más adultas. Una vez establecido cada grupo no hubo cambios en las dominancias.
Daily activities and spatial location of three sows (Pietrán cross Landrace) and one boar (Duroc) were studied in an open air housing system in a commercial farm in the Department of Antioquia in Colombia. The study was for a period of 3 months with 264 hours of observations.
The most frequent activities were: lying (59%), eating (15%), rooting (11%) and grazing (8%). The areas frequented were the feed trough (39%), shelter (24%), drinker (7%) and others (30%). Between animal interactions took place 1.93 times per hour and were classified as agressive or friendly.Using these data to determine the hierarchical order of dominance within the group, it was found that the boar was always the dominant member and among the sows the older animals dominated the younger ones. The order of dominance did not change when new animals were introduced in the group in place of the existing ones.
En Colombia el alojamiento de cerdos y cerdas para la
reproducción se hace en confinamiento intensivo, con casillas de
gestación y corrales de monta, en explotaciones comerciales y de
pequeña escala. Aunque se conoce del alojamiento al aire libre,
está asociado a esquemas de manejo cuasisilvestre como en la
región selvática del Pacífico y Llanos Orientales o en
ocasiones sueltos en zonas periurbanas o a orillas de carreteras
en condiciones inadecuadas.
Hoy en día el alojamiento al aire libre es una alternativa
importante de manejo técnico para producciones empresariales y
familiares debido a la menor inversión inicial en construcciones
(Beltrán 1999; Jaramillo 1993 y Mejía 1998), menor costo de
medicinas (Silva 1991), mayor bienestar animal, menor consumo de
agua por el no lavado de corrales y efectos benéficos sobre el
suelo debido al abonamiento y la acción de hozar de los cerdos.
Aunque es atractivo por sus ventajas, se requiere de mayor
precisión en la información sobre el manejo, pues
inconvenientes como el hozado insistente en algunos sitios
ocasionando huecos y humedales, posibles daños en la estructura
del suelo, conformación inadecuada de grupos, necesidades o no
de cobertizos y comederos, tamaño de los potreros y tiempo de
permanencia de los animales, entre otros, desanima a los
productores. Estos problemas son ocasionados generalmente por un
mal manejo asociado al desconocimiento que existe sobre el
comportamiento del cerdo en condiciones al aire libre.
Esta investigación caracteriza las actividades, localización
y comportamiento jerárquico de cerdos adultos en un potrero al
aire libre, con el fin de brindar elementos para el diseño y
manejo de este esquema de producción.
La investigación se realizó en la finca "100 Años de
Soledad" (Rionegro, Antioquia) a una altura de 2450 msnm.,
con una temperatura promedio de 19ºC. y una precipitación anual
entre 2000 y 4000 mm. Según Holdridge pertenece a la zona ecológica
bosque muy húmedo Montano Bajo (bmh-MB). La topografía es
ondulada con pendientes entre moderadas y altas.
Las observaciones tuvieron una
duración de tres meses. Se utilizaron hembras comerciales de
cruces Pietrán X Landrace y un macho Duroc. Durante la
caracterización se mantuvieron 4 animales al tiempo: 3 hembras
en etapa de gestación y un macho. Dos de las hembras fueron
reemplazadas por otras dos recién destetadas debido a que el
parto y lactancia se manejó en confinamiento. De esta manera
hubo tres grupos diferentes de cerdos durante el ensayo.
Se alojaron en un potrero de 600m²
y una pendiente promedio del 30%. El área fue delimitada con
estacones de madera, un hilo de alambre de púas en la parte
superior y uno de cerca eléctrica en la parte inferior. Se
construyó un refugio de 20 m² con estacones de madera y un
techo con hojas naturales de helecho marranero (Pteridium
aquilinum); se instaló un bebedero de chupón y se determinó
una zona de alimentación (Figura 1).
Durante el ensayo los animales
fueron alimentados con fuentes alternativas con un promedio de 16
kg. diarios por animal. La dieta estuvo compuesta por 55 % por caña
de azúcar (Saccharum officinarum) como fuente
energética y 45 % de fuentes proteicas representadas
principalmente por buchón (jacinto) de agua (Eichhornia crassipes),
ramio blanco (Boehmeria nivea) y confrey (o
consuelda de Rusia) (Symphytum peregrinum). Se les
brindó alimento concentrado el 30% del total del tiempo a razón
de 2 kg. diarios por animal, esto sucedió los fines de semana
principalmente.
Se realizaron 264 horas de
observación con el fin de determinar los patrones de
comportamiento y localización espacial de los cerdos. Estas
horas fueron repartidas equitativamente en tres jornadas, así:
de 6:00 a 10:00, de 10:00 a 14:00 y de 14:00 a 18:00 horas.
No hubo observaciones nocturnas por la poca actividad de los
animales en este horario.
El comportamiento diario se
determinó através de la observación de las cerdas, registrando
cada 5 minutos la actividad de cada cerdo. Al mismo tiempo se
registró la localización del animal en el potrero, para lo cual
se dividió en 12 cuadrantes imaginarios tal como se muestra en
la Figura 1.
La organización jerárquica
asumida por los tres grupos de animales que se manejaron durante
la evaluación, y las interacciones o contactos físicos entre
ellos, se registraron durante las mismas horas de observación
para actividad y localización.
Con esta matriz se calculó el índice
de lineabilidad de Landaux (Martin y Bateson 1994), utilizado
para definir el grado de lineabilidad de las jerarquías de
dominancia, es decir, la perdurabilidad del orden de dominancia
establecido en un grupo de animales, por ejemplo el animal
A > B > C > D, y la estabilidad de este orden en
el tiempo. El índice tiene un rango de 0 a 1, donde 1 indica
perfecta lineabilidad y 0 indica la no existencia de lineabilidad.
La fórmula para el cálculo del índice es la siguiente :
n
h= [12/n3-n]*å [ vx - 1/2 ( n - 1 )] ²
x =1
Donde :
h = índice de lineabilidad de Landaux.
n = Número de animales en el grupo.
Vx = Número de individuos que el animal X
Se denotaron patrones de
comportamiento muy específicos. Fueron 8 las conductas de mayor
frecuencia en los cerdos al aire libre(Gráfica 1), las cuales se
detallan a continuación:
Estas actividades fueron las de
menor ocurrencia como era de esperarse. Contrario a lo que se
observa en confinamiento donde los cerdos escogen lugares específicos
para defecar y orinar, normalmente las zonas húmedas (Fraser
1980), los cerdos al aire libre no mostraron lugares específicos.
En este caso se observó orinar y defecar en todos los cuadrantes
imaginarios indistintamente.
Este actividad presentó bajo
porcentaje de ocurrencia.
Los cerdos dedicaron alrededor de
8 minutos de las horas de luz a esta actividad. Teniendo en
cuenta que la presión del bebedero era de 1.7 litros/minuto, un
cerdo estaría bebiendo 13 litros de agua al día. Sin embargo, esta
cantidad puede ser menor porque se logró observar algunas veces
que tenían la trompa en el bebedero no estaban consumiendo agua.
Presentó un porcentaje de ocurrencia bajo. Esto es positivo
respecto a la estructura del suelo, pues se supone que los animales ejercen una fuerte presión en el suelo por el pequeño tamaño de las pezuñas que soportan su peso, de alrededor de 250 kg, lo que puede deteriorar la estructura del suelo.Dedicaron cerca de una hora de luz a pastorear en todos los cuadrantes, hasta desaparecer la casi totalidad de la cobertura vegetal. Al inici
o, la composición botánica fue 23% de pasto kikuyo (Pennisetum clandestinum), 53% grama nativa, 12% yaragua peludo (Melinis minutiflora ) y 8% por la maleza espartillo de clima frío (Sporobulos spoiretii). Esta última no fue consumida por los cerdos. Observaciones similiares fueron registradas por Fraser (1980), quien anotó que los cerdos ingieren la mayoría de los productos vegetales que se encuentran en el lote.Hozar es uno de los
comportamientos más notables de los cerdos alojados al aire
libre relacionado con la exploración y la ingestión. En el
estudio los animales tuvieron una clara tendencia a hozar con
mayor continuidad en la zona de alimentación lo que posiblemente
se debió a que buscaban en la zona residuos de los alimentos
ofrecidos. Este cuadrante también fue utilizado como zona de
descanso y los cerdos antes de echarse acostumbraron hozar el
suelo.
Cuando se brindó caña y forrajes
se observó mayor tiempo de consumo comparado con una dieta de
concentrado comercial. Fraser (1980) señaló que al brindarse
concentrado los cerdos ingieren la cantidad de alimento que
necesitan para 24 horas en no más de 20 minutos; mientras que en
este trabajo los animales dedicaron alrededor de una hora con
cuarenta y cinco minutos a consumir la caña y los forrajes.
Las cerdas permanecieron el 59%
del tiempo echadas, porcentaje cercano al 60% registrado por
Whittemore (1996) en un sistema de producción de cochiqueras
familiares donde había oportunidad de ejercicio. El mismo autor
señaló que animales completamente confinados permanecieron el
80% del tiempo echados.
Las cerdas tuvieron preferencia
para echarse en la sombra por lo cual los mayores porcentajes de
ocurrencia de esta actividad sucedieron en la zona de refugio.
Las cerdas permanecieron alrededor
de cinco horas de luz en actividad (41% del tiempo), superior
a lo reportado para confinamiento por Whittemore (1996), donde
las cerdas estuvieron activas entre el 15 al 20% del tiempo
realizando principalmente actividades repetitivas como morder una
barra o cadena.
La localización espacial de los
cerdos en los diferentes cuadrantes se muestra en la gráfica 2.
Se observó que los cuadrantes que
no tuvieron factores de influencia presentaron porcentajes de
localización entre 1 y 4%. Estos correspondieron a los
cuadrantes 2, 3, 4, 5, 8, 9, 11 y 12.
Los que si tuvieron factores de
influencia se detallan a continuación:
Fue el de mayor localización espacial (39%)
, lo que indicó que una zona definida de alimentación es un factor importante que influye sobre la localización espacial de los cerdos.Tuvo una alta localización espacial (24%) debido a la influencia de la sombra, preferida por los cerdos para descansar. Los animales disminuyeron sustancialmente la actividad en las horas de mayor radiación. El 8
3% del tiempo que permanecieron en este cuadrante estuvieron echados .Los cerdos degradaron el suelo de
la zona del refugio convirtiéndolo en un sitio muy pantanoso y
de difícil tránsito, por lo cual hacia finales del segundo mes
descansaron en refugios que cavaron en la parte alta del potrero
(cuadrante 1).
Fue el tercer cuadrante que
registró mayor porcentaje de localización espacial (14%). En
los primeros días de ocupación los cerdos no tenían
preferencia por este cuadrante, pero a medida que deterioraron el
suelo del refugio ocasionaron humedades, lo escogieron como zona
para cavar refugios y protegerse del sol.
El cuadrante en el cual se
encontraba ubicado el bebedero fue el cuarto con mayor porcentaje
de localización espacial.
La actividad más realizada en la
mayoría de los cuadrantes sin factor de influencia fue la de
pastorear, mientras que en los cuadrantes con influencia se
resaltaron comportamientos como estar echados, comer o beber. La
actividad de hozar, que fue la tercera dentro del porcentaje
total de ocurrencia de actividades, no fue la más destacada en
ningún cuadrante pero tuvo una importancia media en todos ellos.
Se determinaron los porcentajes de
ocurrencia de los comportamientos y la
localización espacial de cada animal, con el fin de determinar
diferencias importantes entre individuos.
Los comportamientos de rascarse,
beber, hozar, comer y estar echados no presentaron diferencias (P<0.05)
entre los animales, lo que indicó que fueron comportamientos
generales para todos todos los cerdos.
Las funciones eliminativas (orinar
y defecar), caminar, estar de pie y pastorear presentaron
diferencias (P<0.05) entre animales. No hubo una
explicación clara a esta observación.
Para este análisis se dividieron
las horas del día en tres bloques de cuatro horas cada uno así:
mañana: horas de 6:00 a 10:00 horas, medio día: de 10:00 a
14:00 horas, y tarde: de 14:00 a 18:00 horas.
Durante la investigación se
determinaron cuatro estados climáticos lluvioso, nublado,
soleado, y sombra en el lote. El comportamiento de estar echadas
presentó diferencia (P<0.05) entre el clima soleado y no
soleado, lo que indicó que los animales prefirieron estar
inactivos en las horas de sol.
Se presentaron un total de 511
interacciones en 264 horas de observación, con una frecuencia de
1.93 interacciones por hora. En la gráfica 3 se presenta
la distribución del tipo de interacciones.
El 28% del total de las
interacciones fue echarse juntos, una de las más comúnmente
registradas. Los cerdos se echaron en parejas, tríos o todo el
grupo y colocaban sus cuerpos paralelos entre sí o en ocasiones
alternándose en la fila, cabezas y colas. Lo hicieron
posiblemente como una estrategia para mantener el calor corporal,
pues fue más notorio en los días fríos.
También ocupó el 28% del total
de las interacciones registradas. Sucedió cuando un animal
levantó a otro del sitio donde se encontraba echado, algunas
veces para ocuparlo o simplemente para demostrar su dominancia.
Esta interacción fue la más representativa de las que reafirman
el orden jerárquico.
Con una ocurrencia del 22% entre
las intereacciones fue una de las actitudes principales de
reafirmamiento del orden jerárquico. Se registró cuando un
animal ahuyentó a otro del sitio donde se estaba alimentando. No
hubo agresión física sino movimientos amenazantes de la cabeza
o un fuerte gruñido.
El 7% de las interacciones incluyeron actividades y localización espacial compartidas entre dos o más animales por más de 20 minutos. Esto se presentó en actividades como pastorear y caminar principalmente.
El 6% de las interacciones fueron
agresiones como mordiscos, cabezazos y empujones bruscos. La
ocurrencia fue baja pues solamente se presentaron 29 agresiones
en 264 horas de observación. La mayoría de estos eventos se
presentaron en dos situaciones especificas: - cuando ingresaron
animales nuevos y - en la hora de alimentación, principalmente
cuando se les ofreció alimento concentrado. La alimentación
con caña y forrajes disminuyó las agresiones posiblemente por
la menor competencia al presentar mayor volumen. Es importante
anotar que el alojamiento al aire libre disminuye las agresiones
físicas posiblemente por la mayor oportunidad que tienen los
animales de escapar.
El 6% de las interacciones fue
esta actividad relacionada con comportamientos sexuales, sin
agresión ni rechazo.
Fue la de más baja ocurrencia (3%),
fue catalogada como una acción amistosa, ya que en ella no se
presenta ninguna agresión en el acto ni posteriormente, no se
presentó evasión por parte de los animales.
Las jerarquías fueron
determinadas por medio de la construcción de tres matrices
de dominancia, una por cada vez que se formó un nuevo grupo de
animales debido a la salida de un animal del lote y el respectivo
ingreso de otro.
Tabla 1. Matrices de dominancia para los
tres grupos de animales No. de veces que cada animal (columna) desplaza o agrede el señalado en la fila |
||||
Grupo 1 |
||||
|
||||
Animales | D |
B |
A |
C |
Macho ( D ) |
-- |
19 |
18 |
15 |
Hembra 6 partos ( B ) |
0 |
-- |
3 |
12 |
Hembra 6 partos ( A ) |
0 |
0 |
-- |
6 |
Hembra 2 partos ( C ) |
0 |
0 |
0 |
-- |
Grupo 2 |
||||
|
||||
Animales |
D |
B |
A |
E |
Macho ( D ) |
-- |
18 |
12 |
13 |
Hembra 6 partos ( B ) |
0 |
-- |
8 |
9 |
Hembra 6 partos ( A ) |
0 |
0 |
-- |
5 |
Hembra 2 partos ( E) |
0 |
0 |
0 |
-- |
Grupo 3 |
||||
|
||||
Animales |
D |
F |
A |
E |
Macho ( D ) |
-- |
28 |
33 |
30 |
Hembra 6 partos ( F ) |
0 |
-- |
28 |
19 |
Hembra 6 partos ( A ) |
0 |
0 |
-- |
7 |
Hembra 2 partos ( E) |
0 |
0 |
0 |
-- |
En estas matrices se observó que
el macho se encontró siempre en la cabeza del orden jerárquico,
él presentó comportamiento de agresión y desplazamiento contra
las cerdas y ninguna de ellas lo hizo contra él. Esto se debió
muy posiblemente a un comportamiento natural donde un macho
grande y fuerte domina al grupo de hembras.
Las cerdas de mayor número de
partos, siguieron en el orden jerárquico, y los animales de
menor número de partos se ubicaron en el último nivel de la
jerarquía. Esto se debió posiblemente al mayor tamaño y
condición corporal de las cerdas con más partos.
Se calculó el índice
de lineabilidad de Landaux para cada uno de los 3 grupos, el cual
permitió definir el grado de lineabilidad de las jerarquías
de dominancia, es decir como en un grupo de animales hay un orden
de dominancia establecido y que grado de estabilidad mantuvo
este orden en el tiempo.
El resultado fue igual a uno, es
decir el orden jerárquico para estos grupos de animales fue
perfectamente lineal, al no presentarse cambios en el orden jerárquico.
De esta manera sucedió poca agresión dentro de los grupos. Según
Fraser (1980), esto hace que los animales conserven su energía y
mejoren su productividad. Además se reduce la ocurrencia de
traumatismos graves que pueden provocar abortos o muerte de
animales.
Este trabajo de Grado de Zootecnia se realizó con la colaboración financiera de la Fundación CIPAV, propietarios de la finca "100 años de Soledad" y de la Universidad Nacional de Colombia.
Beltrán S L S 1999 Establecimiento y
evaluación de un sistema de producción porcícola al aire libre.
Informe de Año Sabático. Medellín: Universidad Nacional de
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Fraser A 1980 Comportamiento de los
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32. p. 22-24. Bogotá Colombia
Martin P y Bateson P 1994 Measuring behaviour. An
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215.
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suelo preparado con cerdas y abonado con porquinaza en el Oriente
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Antioqueño. El campo, rentable, sostenible y equitativo. San José
del Nus: CORPOICA. p. 66-67p.
Silva G 1991 Proveitoso bota-fora. En:
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Whittemore C 1996 Ciencia y práctica de la producción
porcina. 1ra ed. Barcelona. Acribia 647 p.
Received 11 May 2001